El 19 de septiembre de 1517 y tras doce días de navegación, llegó el futuro emperador Carlos V a España. Quiso la fortuna que el primer contacto con su nuevo reino se produjera aquí, en Tazones. Según la crónica de Lorenzo Vital, les llamó muchísimo la atención la altura de las montañas que se encontraban junto al mar y los acantilados de su imponente costa. Vital aseguró que se trataba de «un país como desierto e inhabitable y donde jamás llegó príncipe alguno», lo que nos da idea de la belleza natural y paisajística que apreciaron en el territorio recién avistado.
Tras fondear los barcos delante del puerto de Tazones, una parte del séquito remontó la ría a remo junto al monarca para pernoctar en Villaviciosa. Así lo describió Vital en su crónica:
Fue allí el rey, a fuerza de remos, conducido por una ría de agua salada que penetraba en el interior del país, entre dos montañas tan altas que se perdía la vista, y llegaba la ría hasta aquella villa, llamada Villaviciosa.
Por eso hoy sabemos que el primer recorrido que Carlos V realizó por España fue a través de un bellísimo escenario natural: el paisaje protegido de la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa.
En recuerdo de aquel acontecimiento, a finales de agosto se celebra cada año en Tazones una recreación de la llegada del emperador, declarada Fiesta de Interés Turístico del Principado de Asturias.
Fecha: Agosto